Las escuelas han ido dejando atrás su formato tradicional en los últimos años. Ahora cuentan con espacios de aprendizaje que distan mucho de las aulas que habíamos visto hasta ahora. Entre ellos, los espacios maker, creados para fomentar la capacidad de los estudiantes de aprender a través de la participación y la implicación.

La educación Maker fomenta la autonomía de los alumnos, puesto que despierta su interés por la investigación, el trabajo y el pensamiento individual. Así pues, los centros educativos cada vez llevan más instaurado a su filosofía el modelo STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas). Se trata de una pedagogía exigente en el trabajo individual y en equipo, al tener iniciativa y autodisciplina. Siempre se han enseñado estas materias por separado y el modelo STEAM las propone de forma integrada y tanto a nivel práctico y teórico.

En este artículo de Efebé te explicamos qué cuatro elementos identificamos como indispensables por los espacios maker.

1. Trabajar por proyectos

Los centros educativos más innovadores ya hace un tiempo que han adoptado el trabajo organizado por proyectos. Este formato aporta beneficios al aprendizaje de los alumnos. Fomenta el trabajo en equipo y la capacidad de investigar, comunicar o incluso presentar. Los niños y niñas aprenden a buscar información por si mismos, analizarla para detectar qué es importante y que no, y acaban exponiendo los hallazgos ante el resto de compañeros. La oratoria es esencial en cualquier ámbito de sus vidas y aprenderla de muy pequeños lo hace más sencillo.

Además, trabajar por proyectos hace el proceso de aprendizaje más dinámico. Trabajar con otros compañeros sin la crítica del profesor o profesora genera más ideas, no se limita ni se juzga ninguna propuesta.

2. Elementos de tecnología

Actualmente, el uso de herramientas de informática aplicadas al proceso de enseñar-aprender fomenta la participación de los estudiantes en el proceso de aprendizaje. Ordenadores, portátiles, tabletas, tablas de luz… estos elementos casi ya son esenciales en el aula. Los niños y niñas están acostumbrados a utilizarlos en su vida fuera la escuela, pues, se hace cada vez más difícil limitar el aprendizaje al uso de libros y libretas. El acceso a internet, pero, se puede restringir para menores en algunos cursos. Así pues, en el centro solo pueden acceder a los contenidos que se les tiene permitido.

3. Equipar los espacios maker

A la hora de diseñar espacios de una escuela ponemos siempre las personas en el centro. Analizamos cuáles son las necesidades de los niños y niñas y de los profesores y profesoras y, de aquí, plasmamos el proyecto educativo del centro a los espacios. Así, el proceso de aprendizaje evoluciona de la mano de los espacios creados.

Un equipamiento bien escogido aporta muchos beneficios en el aprendizaje y el bienestar en el centro. Los espacios abiertos son una de las tendencias del 2021. Con la mesa robotiks maker dejamos más libertad en la distribución del espacio, puesto que queda colgada del techo. En el caso de utilizar la mesa maker, existen dos niveles para trabajar tanto sentado como de pie, de forma que genera más movimiento para un aprendizaje activo. En nuestro catálogo en línea encontrarás todo el equipamiento ideal para un entorno maker.

4. DIY (Do It Yourself)

Aprender «haciendo» con nuestras propias manos genera más participación e interés. La capacidad que tenemos todas las personas de poder crear con nuestras propias manos hace que nos podamos sentir parte del proceso, pues, de una comunidad, algo esencial en los humanos.

Microgestió y Efebé hemos creado un nuevo concepto para las aulas del futuro, la Creative Apple lab. Ahora ya no tenemos que hablar del futuro porque se trata de la actualidad. El Creative Apple lab cuenta con un diseño pensado específicamente creado para plasmar tu programa educativo en los espacios del centro.