El 1 de octubre es el Día Internacional de las Personas Mayores. Una celebración designada el 14 de diciembre de 1990 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la resolución 45/106.

Dada la ocasión queremos dar voz a esta franja de edad, cada vez más poblada. Pues, queremos reforzar la idea de tener una vivencia llena durante todas las etapas de la vida. Socialmente, estamos contaminados de prejuicios sobre este colectivo y año tras año nos acaban demostrando todo al contrario, como en el caso de la Covid-19, donde evidenciaron su fuerza y resiliencia.

¿Qué mitos falsos desmontamos sobre el envejecimiento?

Antes que nada, la sociedad va llena de estos mitos falsos y unos de los instigadores son los medios de comunicación. Refuerzan estas imágenes, obra de una construcción social creada durante años. Anuncios sobre dificultades físicas o la necesidad de tener que esconder las arrugas. El hecho en sí de hacerse mayores se plantea como «un problema», y como todos sabemos es totalmente intrínseco en la vida de cualquier persona.

Sentir admiración por las personas mayores es parte de la madurez. Es importante educar intergeneracionalmente. El colectivo sénior cuenta con toda una historia detrás de su vida, con mucha experiencia y conocimientos. A continuación, desmontamos algunos de estos mitos falsos sobre el envejecimiento.

• «El colectivo se entiende como un ente homogéneo».

Tenemos tendencia a extrapolar como se siente un individuo a todos los miembros del colectivo. Las personas mayores son un gran motor de la sociedad y no podemos generalizar. Tanto podemos encontrar personas más frágiles, como otros con más autonomía. El grado de motivación, resiliencia o actividad, dependen de la etapa que está viviendo cada persona individualmente. Son muchas las maneras de envejecer, y cada persona lo hace a su manera. Se trata de un grupo social heterogéneo, donde cada cual tiene problemas, experiencias y necesidades diferentes.

• «Las personas mayores no tienen interés por las tecnologías y no las saben usar».

Es importante analizar los hábitos de las personas mayores en el ámbito digital. Cada persona tiene su ritmo para entender como funciona. Está claro son capaces de usarlo, de una forma diferente claramente a otras generaciones como la Millennial o la X. Cuando estos grupos de edad lleguen a seniors, conocerán mucho mejor las tecnologías que vayan surgiendo, sobre todo los nativos digitales.

• «Los seniors son vulnerables, dejan de ser útiles y no pueden ayudar en nada cuando llegan a ciertas edades».

Hacerse mayor no implica ser incapacitado. Puede reducirse la cantidad de actividades hechas en otras etapas de la vida, pero hay muchas que se pueden continuar haciendo. Además, algunos pasatiempos quizás se han dejado sin hacer y nunca es tarde para recuperarlos (tocar un instrumento, estudiar, aprender idiomas, etc.).

• «Con la edad nos volvemos sedentarios».

Justamente la falta de actividad es la que afecta la salud de las personas. Es muy importante moverse, salir de casa, ejercitar el cuerpo y la mente tanto como sea posible. Pues, el ejercicio físico es primordial en el envejecimiento saludable y de calidad. Mejora el equilibrio y la coordinación y aporta más energía. Además, también es clave para la salud neuropsicológica.