Entrevistamos a la directora de la Escuela Mercè Rodoreda. Àngels Cadena dirige un centro educativo del barrio de la Prosperitat, en el distrito de Nou Barris de Barcelona. Se trata de una escuela inclusiva, comprometida e innovadora, que apuesta por un proyecto educativo integral con un acompañamiento personalizado del alumnado con orientación educativa para atender a la diversidad. Se definen como un centro sostenible, con control de residuos, optimización de un huerto urbano infantil, el control del consumo energético y, desde ese año, el confort acústico.

Ya puedes ver el nuevo proyecto de reforma y equipamiento de los espacios exteriores y de la nueva biblioteca abierta de la Escola Mercè Rodoreda. ¡Entra aquí!

1. ¿Cómo definirías la filosofía del centro y el enfoque de su proyecto pedagógico?

La filosofía del centro es convertirse en el nodo, el centro neurálgico en clave comunitaria, del barrio de La Prosperitat, con el objetivo de ser un ecosistema educativo. Un espacio donde cada uno se genera sus formas de ser y de funcionar, tanto en horario lectivo, como en tiempo libre.

La finalidad de todo este cambio que hemos hecho durante once años es pacificar la parte baja del centro y realizar una apertura de la cultura amplia para todas las edades y todas las personas más allá de los habitantes de la escuela.

2. ¿Cómo ha evolucionado la educación en los últimos años? (Se trata más la salud mental y emocional, se fomenta una educación experiencial, nuevas necesidades educativas de una sociedad cambiante)

Claro, ha cambiado relativamente. Considero que ha cambiado el lenguaje. Ahora ponemos palabras nuevas a cosas que ya existían. Lo que ha cambiado son los usuarios de los centros. Por una parte existe una parte de la población muy castigada por la pandemia, por las crisis y por los procesos migratorios tanto internos dentro de Barcelona como de todo el mundo. Personas, en ocasiones, que tienen un nivel sociocultural alto y aquí llegan y su vida se ha empobrecido.

Un objetivo que nos propusimos al principio era que cayera el absentismo de la escuela, porque había bastante. Primero, nos estuvimos formando todo el claustro con proyectos de educación emocional y mindfulness. Ahora ya lo hacemos de forma sistemática. La clave del éxito ha sido que la apertura de la escuela ha hecho que tanto pequeños como mayores, como vecinos hemos conseguido el sentimiento de pertenencia a un grupo, a una gente ya un espacio.

Antes de la Covid-19 ya trabajábamos con grupos flexibles con co-tutoría y tridocencia. Ahora seguimos igual y, además, utilizamos los espacios exteriores para dar clase y patio. La escuela está completamente abierta a todo el mundo. Todos los espacios son polivalentes, dentro y fuera del horario lectivo.

3. ¿Qué experiencia tiene con los ex-alumnos? ¿Es la escuela un referente?

Personalmente, provengo de un centro muy pequeño y peculiar, donde la relación con los ex-alumnos era buenísima. Se hacía seguimiento y se mantenía mucho el calor tanto con las familias como con el alumnado. De hecho, sigo teniendo relación con alumnos que ahora quizá tengan 30 o 40 años.

En el caso de la Escola Mercè Rodoreda ahora está empezando a pasar. De hecho, al principio era una especie de manía personal, de querer conectar los espacios interiores con los exteriores y la cultura en un lugar donde no hay más que bares y un entorno dejado.

A día de hoy, los ex-alumnos vienen a la escuela, nos piden consejo para hacer trabajos o un espacio para trabajar. Con once años hemos conseguido que todo este trabajo de educación emocional y estar cerca de ellos funcione. También somos muy contundentes y existen cuatro normas básicas de funcionamiento e invulnerables por el alumnado y por las familias.

Tener claro el objetivo hacia dónde quieres ir y las formas de que significa educar de manera compartida, acaba dando el mismo resultado. Cada entorno debes tratarlo de una manera diferente. La clave es que en el entorno donde estés, mires bien cómo es sin cuestionar ni juzgar nada y plantees qué puedes aportar tú de mejora.

4. ¿Qué importancia le das al diseño de los espacios? ¿Cuánto crees que afectan al aprendizaje?

Los espacios marcan mucho. Los espacios y cómo estos están ambientados (colores, formas, materiales, etc.) porque pueden llegar a ser muy dispersos y distorsionadores.

Los espacios amplios son clave. Yo sacaría las puertas de todas las aulas. De hecho, aquí no las sacamos, pero siempre las tenemos todas abiertas por una doble cuestión. Ante todo, por tema sanitario, ya que somos Escuela Centinela. Es decir, una escuela activa en la prevención de la Covid-19. Por otro lado, siento que cerrar la puerta de una clase genera una pequeña república independiente, un modelo unipersonal en el que los niños/as no se conectan con los de fuera ni los de fuera con los de dentro. Sí que es verdad que muchas veces hay que cerrar la puerta por el jaleo.

¿Qué espacios tenemos? ¿Cómo adaptarnos? ¿Cómo mejorarlos? No todo pasa por tener grandes construcciones ni la escuela más bonita de diseño. Además, en nuestro caso en la Escola Mercè Rodoreda utilizamos los pasillos como ambientes que continúan el espacio de aprendizaje, que cuentan con materiales compartidos que los niños y niñas deben aprender a respetar.

5. Este proyecto forma parte del Plan de Barrios de La Prosperitat. Explícanos cómo funciona y cómo puede mejorar la situación en el barrio.

Llevamos más de ocho años detrás de este proyecto insistiendo, pidiendo y persiguiendo. Conseguimos que personas del mundo educativo creyeran en el proyecto. Visualizaron el poder y la importancia de hacerlo y empezamos a trabajar con él. Es una inversión importante y debemos pensar que no es sólo para la escuela sino para todo un barrio.

El programa «Patis escolares abiertos» ya es una realidad en la Escola Mercè Rodoreda. Los espacios exteriores y la sala polivalente-biblioteca se abren como espacios de uso público para todo el barrio. Pues familias, niños y adolescentes ya pueden disfrutar fuera del horario escolar.

El año pasado entró Pla de Barris en la Prosperidad. Este proyecto ha costado y el mensaje que debemos dar y que queremos que quede como ejemplo es que si todas las administraciones y nos se ponen de acuerdo, sumando esfuerzos, multiplicamos beneficios. Es un ejemplo que demuestra que hemos sido capaces de sentarse en una mesa con perfiles del Ayuntamiento de Barcelona, el Distrito de Nou Barris, el Instituto Municipal de Educación de Barcelona (IMEB), el Consorcio de Educación de Barcelona, maestros , familias y especialistas en el diseño de espacios como es Grup Efebé. Entre todos construimos una sola idea. Debemos sacar el proyecto adelante por la comunidad.

Además, hemos tenido el apoyo de la Biblioteca Les Roquetes – Rafa Juncadella, donde van nuestros alumnos a hacer trabajos ya estudiar, pero que les queda bastante lejos. No queremos ser la biblioteca del Mercè Rodoreda sino que somos una extensión de la Biblioteca Les Roquetes – Rafa Juncadella.

Para que sea sostenible, en estos momento Plan de Barrios ha asumido el sueldo de una bibliotecaria/monitora los sábados por la mañana de 11 a 14 h. Ahora tenemos otro reto: conseguir lo mismo durante toda la semana. Está pensado como un espacio social y familiar, donde todo el mundo tiene cabida. Desde los que vienen con un cochecito y el bebé gatea por los rincones adaptados, niños/as que quieren estar fuera jugando con la pelota, quien quiere leer, jugar con juegos de mesa, etc.

Y, a día de hoy, ya empiezan a bajar a la biblioteca algunas familias con sus hijos.

6. Este proyecto nace de un cambio de forma de trabajar en la escuela. Libere un espacio para que decida que algunos grupos coman en su aula.

Nace antes de la Covid-19 porque el comedor era uno de los espacios más ruidosos. Creo que deben reinventarse todos, ya que no generan tranquilidad. No dejan de ser cien o doscientos alumnos que hacen ruido con cubiertos y la relación con la comida no es buena.

Después del confinamiento, como teníamos que hacer tres grupos, cambiamos las clases como en todas las escuelas y vimos que funcionaba muy bien. Los problemas de relación con la comida empezaban a desaparecer porque los monitores estaban más cerca, como si fuera el comedor de casa, para entendernos. Nos lo estuvimos planteando y terminamos decidiendo quedarnos con esta organización. Ahora, desde i3 a 3r comen en clase. Son 4º, 5º y 6º los que descienden al aula polivalente, que también funciona como comedor.

7. ¿Cuál ha sido el proceso de trabajo con Grup Efebé?

Hemos ido mucho en equipo. Hemos trabajado mucho en la parte educativa con la parte técnica. La humanización de los expertos creo que es básica. Un grupo multidisciplinar que sepa de diseño de espacios y materiales es clave. Teníamos una idea pero necesitábamos que alguien nos la llevara a cabo desde el conocimiento profesional. Además, en la comisión que se ha formado la gente está muy contenta y el resultado está siendo muy bueno.

Ésta es una primera parte, pero esto continúa. Tenemos muy claro que va a continuar con más espacios de la escuela.

8. Entonces, ¿qué beneficios aportan los nuevos espacios?

La visualización de un espacio de encuentro cultural para todas las personas de La Prosperitat. Éste es clave y engloba todo el resto de beneficios.

Entrevistamos a la directora de la Escuela Mercè Rodoreda