07/11/2022
Grup Efebé
«Conversar a la fresca, recuperamos la tradición»
Hace aproximadamente medio año tuvo lugar la Barcelona Design Week e IKEA aprovechó este contexto para realizar la segunda parte de su iniciativa Next Gen: Sénior.
¿Están preparadas las ciudades para el envejecimiento de la sociedad? ¿Cómo tiene que ser la ciudad sénior del futuro? ¿Qué se puede hacer para mejorarlas y hacerlas más amables por las personas grandes? Para responder estas y muchas más preguntas se creó «La Casa de Pensar». Un lugar efímero para reflexionar sobre el presente y el futuro. Contábamos con tres retos:
En la ciudad de Barcelona, concretamente en la plaza de las Glorias Catalanas, se instaló «La Casa de Pensar«. Aconteció un punto de reflexión para diferentes sesiones design thinking entre ciudadanos, estudiantes de diseño y profesionales. Para reunirse y llegar a ideas tangibles que se pudieran ejecutar y prototipar, medio año después, en la World Design Capital Valencia 2022.
De entre diferentes ideas que surgieron para el presente y el futuro, dos fueron las ganadoras de este proyecto: Arcadia y FRËSKA.
Queremos dar las gracias a IKEA por invitarnos a escuchar y pensar en «La Casa de Pensar». Ha sido un placer compartir estos meses con un equipo de lujo formado por Anna Fornt (directora de Grup Efebé) y Danny Saltaren, como profesionales, e Irene Badía, Mina Barchiartus y Martí Cabanas, como estudiantes de diseño. Juntos hemos diseñado FRËSKA.
Teníamos un reto: mejorar la seguridad de los séniors en las ciudades. Así pues, estudiamos las carencias de las ciudades actuales, que no acostumbran a facilitar el bienestar y la seguridad de las personas más frágiles.
La comunicación es esencial para ayudarlos a socializar. La idea de FRËSKA surge de esta necesidad que nos comentaban algunas personas mayores, sobre poder conversar con otras y romper con esta barrera actual. Un propósito para salir de casa y fomentar un envejecimiento activo y saludable.
Ante todo, el equipo de Grupo Efebé convocamos a diferentes miembros del equipo del Barcelona Aging coLLaboratory (BALL) en la sesión que tuvo lugar en «La Casa de Pensar». Participaron profesionales del sector como Rosa Rifà y Mercè Sitjà, de la Facultad de Ciencias de la Salud Blanquerna, Kimberly Alison (Parque Sanitario Pere Virgili) o la Asunción González (Fatec – Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Cataluña).
Más adelante, hicimos una sesión de co-creación en el showroom de Efebé con miembros del equipo de Grup Efebé y otros profesionales como Rosa Rifà, Jordi Vilaró y un grupo de estudiantes de enfermería y fisioterapia, todos ellos miembros de la Facultad de Ciencias de la Salud de Blanquerna.
De este trabajo en equipo surgieron nuevas ideas para mejorar el servicio de FRËSKA. ¿Debería estar en contacto con los comercios vecinos? ¿Habría que incorporar ruedas para mejorar la movilidad? ¿Faltaría un botón de aviso para agilizar casos de emergencia? En la sesión en cuestión planteamos mejoras de cara al futuro de esta iniciativa. Consideramos que el servicio sería controlado mediante una aplicación. Sin embargo, también funcionaría de forma analógica con una tarjeta facilitada al darte de alta en los comercios vecinos, para aquellos seniors que no están familiarizados con el mundo digital. Además, creímos oportuno que los cojines de estas nuevas sillas fueran diseñadas con sentido, con cenefas que fomenten la estimulación cognitiva de los séniors, entre otras ideas que ya se han incorporado al prototipo.
Se trata de la actualización de una tradición que tiene el objetivo de recuperar espacios en la ciudad para los más mayores, espacios libres donde séniors y personas de todas las edades se relacionen y compartan momentos de calidad.
Partimos de la silla como apoyo para descansar, socializar, hablar con los vecinos, etc. Alrededor de esta base, desarrollamos un servicio público de préstamo, de chair-sharing. Con asientos dignos «a la fresca», para sentirse más cómodas y seguras. Es móvil, de forma que en función de las necesidades de cada momento, se puede mover, cosa que con el mobiliario actual no es posible.
El funcionamiento de FRËSKA es sencillo, cada persona tiene una tarjeta que desbloquea la silla para crear su espacio, disfrutar de su tiempo y de su ciudad.
También incluye una pantalla interactiva con:
Por último, alentamos en las diferentes ciudades a que un día haya una FRËSKA a cada una para que los sénior, por fin, recuperen su lugar en la ciudad. Animamos a asociaciones y ayuntamientos a que accedan a esta iniciativa. Damos su diseño en código libre para que se pueda adaptar a cualquier entorno.
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